Han transcorregut ja 9 anys des de la destrucció de la imatge del Puig de la Mare de Déu, l’agost de 1936. La renascuda vida del convent no es conforma amb les lamentacions o somnis. L’amor i la gratitud mouen cors, mans i fins i tot la difícil economia de l’època. Al final el dia 15 “el Cerro de la Virgen se convierte de nuevo en Monumento, Trono y Altar”. Ha triomfat l’amor.
En record d’aquesta data ofereixo al lector uns textos y fragments poètics triats d’entre l’amplia crónica que la revista “Levante” va publicar al seu dia amb aquest títol:
“Homenaje filial que la provincia marista levantina en nombre de los maristas de España, dedica a su reina y madre con motivo de la reposición de la imagen de Nuestra Señora de Avellanas en el cerro de su nombre”.
(“LEVANTE”, Any IV. Octubre de 1945, suplement n. 4, pàgines 1-40. La majoria dels textos són d’un cronista anònim, tot i que algunes poesies són signades pels Germans Pompeyo, Dámaso y Valerio)
- “Historia del Monumento” (Hno. Ramón Nonato). Parte central del discurso:
“Llegó el verano de 1936, año de muerte. Por la cumbre de este cerro pasó el huracán marxista y el monumento que levantó el amor quedó convertido por el odio en un informe montón de escombros…”
“Dispersados por la persecución, pero no desunidos, nos hemos vuelto a reunir en esta mansión de paz. Desde el primer instante ha existido y se ha fortalecido en todos los pechos el anhelo de ver repuesto el trono de nuestra Madre, desde el que ha de seguir bendiciendo la Casa y su moradores…”
“Deseábamos elevar un MONUMENTO DE GRATITUD a nuestra Madre y a falta de elementos arquitectónicos nos sobraban arrestos para humillar las más altas cumbres y colocar sobre ellas un símbolo que fuera la manifestación de que el odio nos puede perseguir, incluso matar, pero destruir en nosotros el amor a nuestra Reina y Señora, eso, jamás. Estos sentimientos filiales de los que integramos la Provincia Marista de Levante, los pregonará este monumento desde una de sus lápidas a las Generaciones futuras: Gratitudo me refecit”
Fragment d’una poesía crada per l’ocasió pel Germà Pompeyo y recitada aquell mateix dia:
“Muy alta está la Virgen, la cumbre alta
para llegar al cielo, ¡cuán poco falta!
Ya preside la Virgen tierra y convento,
desde el altar sagrado del Monumento.
Allí miran sus hijos cuando amanece,
desde allí los bendice cuando anochece.
Amorosa Virgen de las Avellanas,
que llevas en brazos al Hijo del alma,
que llevas ternura pintada en la cara
y en el Cerro has puesto las divinas plantas,
mira de tus hijos las piadosas ansias.
No te muestres nunca sorda a sus plegarias,
sé para el Convento, providencia santa.
Por fin ha salido ganoso el empeño,
y aquello que ha poco tan solo era un sueño,
ya es cosa cumplida.Ya está nuestra Virgen y Madre querida,
mirando al Convento
con tierno cariño desde el Monumento.
Honor a la Virgen bendita, honor a la
Reina ensalzada,
Amor a María que es Virgen,
que es Reina, que es Madre adorada en
este altozano,
por siempre bendito, por siempre
mariano.” Por la transcripción:
Transcripció per: G. Ramón Benseny / Monestir de les Avellanes,
maig de 2012